Aproximadamente a unos cientos de kilómetros de la ciudad de Cusco en Perú, se encuentran un complejo de montañas único en el mundo, donde la historia no está escrita originalmente en pergamino, papiro o tablillas sino está escrito en montículos de piedras.
El complejo montañoso ha sido propiedad de la antigua civilización Inca y no por un papel firmado en un trato entre países, sino por el lienzo y piedra esculpida al gusto y antojo de esta civilización sin límite alguno.
Una de la montaña más emblemática e importante de esta región es la famosa montaña del Machu Picchu que en lengua quechua se refiere a “Montaña Vieja”, junto a su compañero geográfico, la increíble montaña de Wayna Picchu.
Wayna Picchu o Huayna Picchu en lengua quechua (lengua hablado por los Incas) significa “Montaña Joven”.
He aquí una representación del contraste de una persona mayor o vieja y una persona joven y lozana en el transcurso de la vida.
Wayna Picchu es una montaña no tan famosa ya que en su interior no reposan las ruinas que dejó una civilización antigua, más bien posa en el fondo de cada fotografía que le toman los turistas y exploradores a la montaña Machu Picchu.
No la hace menos importante por esto ya que el significado de ambas es inmenso para los cusqueños así como lo era para los Incas. Su altura es mayor a pesar de que la montaña es menos grande en cuanto a extensión y en las fotos se puede ver esta magnificencia e imponencia.
Incluso desde la montaña Wayna Picchu se puede apreciar una excelente vista hacia las ruinas de la ciudad y se presume que fue un antiguo observatorio astronómico y lugar militar para la supervisión y protección de la ciudad.
Esta montaña así llamada Joven por los Incas, tiene unos edificios pequeños y escalinatas intrincadas y empinadas alucinantes no solo por su imponencia sino el imaginar cómo lograron construir a tal altura, en tales lugares al borde del abismo y que hasta el sol de hoy perdure su esencia.
Si no estuviera este complejo arqueológico vivo hoy en día, se podría suponer que no había posibilidad que alguna civilización antigua construyera en estas zonas tan peligrosas e imposibles.
¿Cómo llegar a esta misteriosa montaña?
Existe un punto entre todos estos laberintos de antiguos caminos Incas el cual puedes elegir en ir hacia la montaña “vieja” y la “joven”
En la montaña “joven” existen 3 caminos diferentes.
- El camino llevará a la cima de la montaña donde podrás disfrutar del paisajismo, las escalinatas empinadas y las ruinas que aún siguen en pie. Camino turístico muy visitado cabe destacar.
- Este camino llevara a la planicie de la parte posterior de la montaña donde las construcciones de cuevas artificiales son inimaginables tan solo pensar en cómo lo construyeron.
Se presume que fueron cuevas con motivo funerario donde los restos y las pertenencias de los difuntos fueron saqueados a lo largo de la historia.
- Este último camino llevara hacia el caudal del caudaloso río Urubamba.
Esta montaña posee una altitud superior a la montaña de Machu Picchu por 300 metros. Sin embargo lo verdaderamente espeluznante son los caminos estrechos al borde del abismo a esta altitud.
Más allá de la posición de las montañas existe un alineamiento muy exacto entre Wayna Picchu, Machu Picchu y la montaña nevada casi divino y muy importante para Pachacútec (creador de la ciudadela).
Por esta y muchas razones más este complejo montañoso de ruinas arqueológicas ha sido uno de los destinos turísticos más solicitados.